El 62 por más que parezca, desde cualquier prisma, no es un sentimiento; es la unión de 2 elementos que conforman la imperfección, tan semejante a las relaciones humanas aquellas como las son las amicales, laborales, amorosas y ocasionales, entre muchas otras.
Es una forma graciosa de jugar a ser dueño del destino, de unir elementos que sabes que no encajan ni lo harán nunca, por más que lo llegasen aparentar. Míralos de frente, son casi compatibles se conectan en la parte superior podría decirse que hasta pueden pensar y si lo hicieran pensarían de manera semejante, aquel detalle los humaniza, dejan de ser simples números para convertirse en seres ''racionalmente y probablemente compatibles''.
Sin embargo, su morfológica incompatibilidad nos lleva a pensar aun más en ésa capacidad de humanizarse, en como son las relaciones interpersonales, en aquellas situaciones que a pesar de tener la compatibilidad ideal, la mental, la cual nos coloca en una situación beneficiosa sobre otros seres desarrollados, no basta para generar sinergias, para tener una verdadera compatibilidad, la que buscamos en todas partes, pues es la razón de nuestra compleja forma de desarrollarnos, de ''vivir''.
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